Dulce Potaje
Había una joven pobre pero buena que vivía sola con su madre, y ya no tenían para comer. Entonces la muchacha fue al bosque a buscar frutas, y allí una mujer anciana la encontró, quien estuvo conciente de su pena, y le presentó un pequeño pote, el cual cuando ella dijera,-"Cocina comida, potito, cocina comida,"-
cocinaría un buen y alimenticio potaje, y cuando ella dijera,
-"Para, potito,"-
él dejaría de cocinar. La muchacha llevó el pote a casa a su madre, y ahora ellas estaban liberadas de su pobreza y hambre, y comieron los potajes tan a menudo como ellas eligieran. Una vez, cuando la muchacha había salido, su madre dijo,
-"Cocina comida, potito, cocina comida,"-
Y el pote cocinó realmente y ella comió hasta sentirse satisfecha, y luego ella quiso que el pote dejara de cocinar, pero no sabía las palabras. Entonces el pote continuó cocinando y el potaje se elevó y saltó sobre el borde, y así siguió hasta que la cocina y la casa entera se inundaron de comida, y luego la siguiente casa, y luego la calle entera, justo como si quisiera satisfacer el hambre del mundo entero, y hubo mucha angustia, pues nadie sabía pararlo. Por fin cuando sólo una casa permanecía sin potaje, la joven llegó e inmediatamente dijo,
-"Para, potito,"-
y con eso dejó de cocinar, y quienquiera que deseara volver a la ciudad tenía que comerse el camino para regresar.
Enseñanza:
Nunca hay que usar instrumentos o maquinaria si antes no se ha aprendido su manejo correcto.
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